Cómo mantener la lengua sana y la boca saludable

Cómo mantener la lengua sana y la boca saludable

La boca humana es un órgano bello y creativo que puede ser uno de los lugares más agradables del mundo. Sin embargo, también es una fuente de ansiedad constante para muchas personas, no sólo cuando tienen aparatos de ortodoncia o cualquier otro problema dental, sino también por las posibles consecuencias que pueden derivarse de tener mal aliento o una boca sucia.
El mal aliento y las enfermedades dentales son razones muy comunes por las que la gente evita ir a restaurantes o bares. Y aunque es perfectamente normal sentirse avergonzado por el propio olor cuando se conoce a alguien nuevo, con el tiempo esta sensación (junto con otros factores) puede hacer que se pierda el interés por experiencias sociales potencialmente agradables, es por ello que existe el limpiador de lengua.
Afortunadamente, hay formas de mantener la lengua y la boca sanas sin necesidad de cambiar tus hábitos o dejar tu pasatiempo favorito:

¿Qué significa «sano» para tu boca y tu lengua?

Una boca y una lengua sanas se refieren a un equilibrio entre el interior y el exterior de la boca. Cuando el equilibrio está roto, los dientes y las encías pueden volverse sensibles a las enfermedades dentales y gingivales, causando daños y blanqueamiento del esmalte dental. Para que los dientes y las encías se mantengan sanos, es necesario mantener un programa de alimentación saludable y programar limpiezas dentales periódicas. Los investigadores creen que si su dieta no es lo suficientemente saludable para su tipo de cuerpo, entonces sus dientes y encías no podrán absorber los minerales y vitaminas necesarios de sus alimentos. Esto significa que tu cuerpo estará menos sano de lo que podría estar y será menos capaz de funcionar correctamente.

Mantener un horario regular

Aunque no todo el mundo tiene un horario de comidas similar, a muchos de nosotros nos resulta difícil mantener un horario regular. Esto puede deberse a que nos preocupamos por lo que debemos comer en determinados momentos del día o simplemente no sabemos cómo hacerlo. Un estudio descubrió que los individuos que cambiaban frecuentemente su dieta tenían mayores niveles de hormonas del estrés en su cuerpo y eran más propensos a desarrollar enfermedades del corazón. Para mantener un horario de alimentación saludable, hay que determinar qué momento del día nos conviene más. Por ejemplo, las personas a las que les resulta más fácil empezar el día con una comida copiosa a las 6 u 8 de la mañana deben intentar evitar hacerlo en ese momento. Programe sus comidas durante el día cuando se sienta más productivo y en su mejor momento. Si le resulta difícil, simplemente intente comer de forma saludable durante sus horas más lentas del día.

Evite los cambios repentinos en la dieta o el ejercicio.

Los cambios excesivos en la dieta pueden provocar cambios poco saludables en su cuerpo. Por ejemplo, si de repente incorporas azúcar o harina a tu dieta diaria, tu cuerpo no podrá procesarla bien y empezará a descomponer las células grasas para producir energía. Si estás intentando perder peso, este cambio en la dieta también puede provocar efectos secundarios no deseados, como la disminución del apetito, el aumento del hambre y el estrés. #Esté atento a los peligros ocultos Todos sabemos que el ejercicio es importante, pero ¿con qué frecuencia lo hacemos realmente? ¿Cómo estamos realmente en forma? La respuesta corta es que no siempre estamos en forma, sólo creemos que lo estamos. Muchos de nosotros tendemos a sobrestimar nuestro nivel de forma física y a subestimar nuestro verdadero nivel de forma. Unas cuantas preguntas sencillas para hacerse a sí mismo le ayudarán a conocer mejor su verdadero nivel de forma física. ¿Con qué frecuencia siente el pwm (Vaciado periférico), una pequeña disminución del tono muscular que suele significar un daño o debilidad muscular? ¿Con qué frecuencia tiene la sensación de que sus músculos están demasiado duros o demasiado débiles? ¿Con qué frecuencia se siente tembloroso o mareado? Todos estos son síntomas de un nivel bajo de B-12, que es necesario para la salud. ¿Con qué frecuencia piensa en cómo se siente o en lo que come? Deberías pensar en estas cosas todos los días.

Manténgase hidratado

Todos sabemos que el agua es importante para nuestro cuerpo, pero ¿sabes con qué frecuencia deberías beberla? Los investigadores creen que las personas que beben de cuatro a seis vasos de agua al día son capaces de mantener un peso corporal saludable. Si no bebes agua con regularidad, tu cuerpo se consumirá por el hambre y la sed, haciendo que aumentes de peso.

Comer fresco y limpio

La mejor dieta es la que puedes mantener a largo plazo. Esto debe incluir una alimentación limpia: nada de alimentos procesados, azúcar, aperitivos o bebidas. La clave es hacer pequeños cambios que supongan una diferencia, no hacer grandes cambios que no tengan beneficios a largo plazo. Todos tenemos malos hábitos que debemos abandonar, como beber demasiado café o fumar cigarrillos. La clave es identificar qué hábitos te frenan y cambiarlos positivamente.

Conclusión

Si te has encontrado en un punto intermedio entre la normalidad y la insalubridad en tus hábitos de habla y alimentación, es importante recordar que existe la posibilidad de cambiar las cosas. La única manera de volver a tener una lengua y una boca sanas es hacer algo al respecto. Levanta la lengua es una serie de artículos sobre salud que pretenden ayudar a las personas con problemas de salud y hábitos a mejorar sus hábitos alimenticios y de habla para que estén en mejores condiciones de poder hablar y comer correctamente.

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